SANTO DOMINGO.- El periodista Salvador Holguín reveló que el cadáver del comunicador Blas Olivo fue encontrado en una finca de su propiedad, después de su asesinato, el mes pasado.
Holguín manifestó que le llama la atención y le resulta extraño que el occiso fuera secuestrado en un lugar, asesinado en otro, y que el cuerpo sin vida apareciera en una propiedad suya.
Afirmó que “no había hablado sobre el tema porque al momento del asesinato de Blas Olivo se encontraba inmerso en el escándalo del caso de Quirino y temía por su seguridad”.
El comunicador estableció que está de acuerdo con las declaraciones de Olivo de León, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), de que hay que profundizar acerca de esta muerte.
El productor y conductor de televisión realizó estas revelaciones en su programa “Hilando Fino” donde significó que no quiere pensar que los mismos sicarios que asesinaron a Olivo, estén detrás de él también, a la vez que cuestionó el modo operandi de los responsables materiales del crimen.
Holguín indicó que tanto él como el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) han citado al presidente Danilo Medina para tratar temas importantes sobre este caso, pero que hasta el momento no les han prestado atención.
El periodista destacó que los videos de la investigación arrojan que Blas Olivo fue perseguido y vigilado por lo que “es extraño que si solo planeaban atracarlo no había razón para vigilarlo”.
¨No quiero pensar que haya un sector del Gobierno que esté vinculado en la muerte del periodista Olivo y tan poco que desde allí se estimule, patrocine y se esté apoyando acciones en contra mía¨ dijo Salvador Holguín.
El comunicador cuestionó que también a él pueda sucederle lo mismo.
Holguín resaltó que había un plan para desaparecer a Olivo, porque le dispararon desde una de las dos jeepetas que le seguían hasta que le propinaron varios impactos de balas.
El productor de televisión puntualizó que sería bueno que la Policía Nacional investigue a profundidad el caso ya que un ladrón, un delincuente va a escenificar un delito ejecuta y prende la huida, y en el asesinato de Blas Olivo fue diferente.
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