KATMANDÚ, Nepal— Miles de personas vestidas de blanco ofrecieron oraciones, flores y encendieron incienso en casas y templos el jueves como parte de un ritual hindú que señala el final del periodo de duelo de 13 días por quienes fallecieron en el potente terremoto que asoló el país el pasado 25 de abril.
Familias y amigos publicaron también mensajes de condolencia con fotografías de las víctimas en periódicos locales.
Los dolientes se reunieron entre montones de piedras, barro, ladrillos y vigas de madera que una vez formaron templos, palacios y estructuras con siglos de antigüedad y que colapsaron con el sismo, que mató a más de 7,750 personas. La principal ceremonia se celebró en las ruinas de Kastamandap, un templo del que tomó su nombre la capital del país, Katmandú.
"Hay tanta gente y tantos edificios, que todos hemos perdido en el terremoto. Estoy aquí para mostrar mi apoyo a esas familias y para decir estamos aquí para ustedes", dijo Alok Shrestha, un banquero vestido con una camiseta blanca y sosteniendo un ramo de caléndulas.
Durante el habitual duelo de 13 días, los familiares más cercanos se queda en casa, no tocan a extraños y evitan comer sal. No se permite ninguna forma de entrenimiento.
Cerca de 500 personas se reunieron en el centro histórico de Katmandú, la plaza Basantapur Durbar, cuyos templos quedaron reducidos a escombros, para ofrecer sus oraciones.
Bhimsen Das Shrestha, un legislador de la capital dijo que el gobierno debería implementar nuevas leyes para obligar a hacer edificios preparados para resistir sismos.
"Cuando reconstruyamos estructuras en Katmandú, tenemos que considerar nuevas tecnologías en zonas propensas a terremotos", dijo.
Mientras, el banco central del país anunció que las personas con viviendas dañas por el temblor podrán obtener créditos con solo el 2% de interés. La tasa media de los préstamos comerciales el de alrededor del 10%.
Min Bahadur Shrestha, un responsable de la entidad, explicó en la emisora estatal Radio Nepal que la gente en Katmandú podrá obtener préstamos de hasta $25,000, y de $15,000 fuera de la capital.
Más de un millar de ingenieros revisaron viviendas dañadas por el terremoto en la ciudad y asesoraron a la gente sobre su seguridad.
Unas 13,000 familias pidieron a la Asociación de Ingenieros de Nepal que inspeccionara sus casas tras el gran sismo de magnitud 7.8, indicó el secretario general de la organización, Kishore Kumar Jha.
En torno al 40% de las casas inspeccionadas por el momento se consideraron seguras, indicó.
Aún no está claro cuántas casas resultaron dañadas en la capital y cuántas pueden repararse.
Algunos edificios modernos — incluyendo hoteles lujosos y viviendas caras — parecen haber superado el sismo sin muchas consecuencias. Pero en los vecindarios más pobres los daños son generalizados.
Gran parte de la llamada ciudadantigua de Katmandú, que acogía valiosos edificios patrimonio de la humanidad, está destruida. Muchas aldeas en las afueras quedaron también reducidas a escombros.
Mientras las réplicas continúan sacudiendo la ciudad, muchos siguen con miedo de regresar a sus casas.
La policía señaló que en torno a un tercio de la población de Katmandú salió de la ciudad tras el terremoto. Otros muchos se mudaron con familiares, y algunos se alojan en tiendas en espacios abiertos.
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