Con la celebración de la Cuaresma, muchos católicos buscan la manera de acercarse más a su fe. Este año, una pieza que ha tomado un gran auge en los últimos años es la medalla de San Benito, pues quienes la buscan lo hacen interesados en la protección contra el mal que se le adjudica a este santo de la iglesia católica.
“Las personas lo están buscando por motivos de protecciones. Son personas de todas las edades desde jovencitos hasta personas mayores. Cuando vienen dicen que han escuchado o han leído que la medalla de San Benito es para protección y atraer cosas positivas y alejar las malas”, asegura Rafael Pérez, propietario de la tienda Arte Religioso, ubicada en Plaza Las Américas.
Este tipo de medalla viene en diversos materiales como acero inoxidable, oro de 14 quilates y hasta madreperla, lo que permite que haya una variedad de precios que va desde un dólar hasta más de $200, asegura Pérez.
Figura importante para los católicos
San Benito -nacido en Nursia, Italia- es considerado el patrón de Europa y muchos lo invocan en busca de protección. Este religioso cristiano fundó la orden de los benedictinos y se le considera el precursor de la vida monástica en Occidente.
A San Benito también se le conoce por “La Santa Regla”, un compendio de 73 capítulos en los que explica a los monjes cómo deben ser sus tareas y funciones.
Se dice que San Benito utilizó con frecuencia la cruz como signo de salvación, de verdad, y purificación de los sentidos. Por eso, ésta es símbolo importante en la medalla, cuyo origen se remonta a algún momento entre los siglos 12 y 14.
En la actualidad, algunas personas llevan la medalla de San Benito consigo, mientras que otras optan por ponerlas en sus hogares o su lugar de trabajo. Todas ellas lo hacen con un propósito común, que es la protección, pues a este santo de la iglesia católica se le atribuye el poder de curar enfermedades y de proteger a las personas de la maldad.
Cómo descifrar la medalla
La medalla de San Benito es un signo sagrado muy difundido entre los fieles católicos. “Presenta a un lado la imagen de San Benito y del otro lado la cruz de Cristo. Sobre la cruz y su alrededor se leen las iniciales de una oración contra el mal. La medalla recuerda a los fieles que la llevan consigo la presencia constante de Dios y su protección”, explica Pérez.
En la mayoría de las medallas, la parte frontal de la medalla cuenta con la figura de San Benito rodeada de un texto “Crux Sancti Patris Benedicti” o “Sanctus Benedictus”.
La parte de atrás cuenta con una variedad de mensajes que se expresan en siglas y todos son de protección. Por ejemplo, la franja vertical de la cruz tiene inscrito C. S. S. M. L. Crux Sácra Sit Mihi Lux, que significa “Que la Santa Cruz sea mi luz”, mientras que la franja horizontal dice N. D. S. M. D. Non Dráco Sit Mihi Dux o “Que el demonio no sea mi jefe”.
En cada uno de los cuatro lados de la cruz aparece C. S. P. B., Crux Sancti Patris Benedicti o “Cruz del Santo Padre Benito”.
Luego, desde la parte superior de la medalla y en dirección de las manecillas del reloj se puede leer V. R. S. Vade Retro Satána o “Aléjate Satanás”; N. S. M. V. Non Suáde Mihi Vána o “No me aconsejes cosas vanas”; S. M. Q. L. Sunt Mála Quae Libas o “Es malo lo que me ofreces”; y I. V. B. ípse Venéna Bíbas o “Bebe tú mismo tu veneno”.
En la parte superior, encima de la cruz suele aparecer unas veces la palabra PAX y en las más antiguas IESUS.
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