SAO PAULO— Los políticos involucrados en el escándalo de corrupción del gigante petrolero estatal Petrobras recibieron pagos mensuales de firmas de construcción e ingeniería y transfirieron parte del dinero al gobernante Partido de los Trabajadores y sus aliados, indicó la Procuraduría Federal de Brasil en un comunicado.
En la declaración del viernes por la noche, la procuraduría señaló que cada mes, los políticos recibían un porcentaje del valor de cada contrato firmado con Petrobras.
El viernes, la Corte Suprema falló que 54 importantes políticos deben ser investigados por presuntos lazos con la conjura de sobornos. Se espera que la cifra aumente a medida en que los fiscales federales investiguen los vínculos políticos con la operación, en la que al menos 800 millones de dólares en sobornos y otros fondos fueron presuntamente pagados por grandes firmas de construcción e ingeniería a cambio de contratos inflados con Petrobras.
Bajo la ley brasileña, la Corte Suprema tiene que aprobar cualquier investigación de legisladores o altos funcionarios de la rama ejecutiva. Cualquier cargo delictivo o juicio contra esas figuras deben también ser aprobados y procesados por el máximo tribunal.
Comerciantes del mercado negro monetario que llegaron a acuerdos con la fiscalía han dicho que ayudaron a mover el dinero junto con exfuncionarios de alto rango de Petrobras que admitieron haber recibido cientos de millones de dólares en sobornos. Esos testimonios prepararon el camino para la investigación de los políticos que se beneficiaron.
Entre los que serán investigados está el expresidente y actual senador Fernando Collor de Mello, que se vio forzado a dejar la presidencia por un escándalo de corrupción en 1992 antes de regresar a la escena política en años recientes.
También serán investigados el líder del Senado Renan Calheiros y Eduardo Cunha, que encabeza la cámara baja. Ambos son miembros del poderoso Partido del Movimiento Democrático Brasileño, parte de la coalición de gobierno encabezada por el Partido de los Trabajadores.
Calheiros dijo a través de un breve comunicado que proveería toda la información solicitada por las cortes. Por su parte, Cunha señaló que las acusaciones contra él tienen motivaciones políticas y que las va a "desmantelar fácilmente".
"Tengo la mente tranquila porque quien no debe nada no tiene nada que temer", le dijo al servicio noticioso Broadcast Politico del periódico Estado de S. Paulo. "No tengo problemas para enfrentar cualquier tipo de investigación".
La pesquisa y cualquier juicio posible pudieran tomar años, pero la decisión de la Corte Suprema crea más torbellino para la presidenta Dilma Rousseff en su segundo término, lastrado ya por problemas políticos y económicos. ROusseff no ha sido acusada de nada, aunque fue la directora de la junta de Petrobras durante varios años cuando ocurrieron los sobornos.
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