El padre de Andreas Lubitz, el copiloto del avión de Germanwings que presuntamente estrelló voluntariamente en los Alpes franceses con 150 personas a bordo, está "completamente hundido", según el alcalde de la localidad cercana al lugar del siniestro Prads-Haute-Bléone, Bernard Bartolini.
El contenido de la caja negra encontrada apunta, tal y como desveló esta semana la Fiscalía francesa, que Andreas Lubitz habría provocado que el aparato se estrellara en las montañas, tras aprovechar una ausencia del comandante de la cabina.
Su padre, según indicó el alcalde en declaraciones ofrecidas a la cadena francesa "BFM TV", "siente sobre él toda la responsabilidad de ese drama" y "atraviesa una angustia increíble".
Bartolini dijo que vio al padre del copiloto el jueves, en la ceremonia en la que se levantó en el pueblo vecino de Le Vernet una pequeña estela con un texto en francés, español y alemán que se ha convertido en lugar de peregrinación de los familiares de los fallecidos.
El padre del copiloto acudió al lugar junto con los allegados de los miembros de la tripulación, sin mezclarse con las de los pasajeros, y estaba en tal estado, según su relato, que "no hay palabras para expresarlo".
El resto de familias se encontraban igualmente "deshechas", añadió Bartolini, según el cual algunas personas cogieron piedras del lugar de la estela, como si necesitaran, en sus palabras, "llevarse con ellos algo de esa tierra para empezar a hacer el duelo".
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